El cliente tenía claro cómo quería su casa y, antes de contactarnos, elaboró un anteproyecto con la distribución deseada. Nuestros arquitectos lo ayudaron a convertir su idea en un proyecto viable.

El terreno presentaba una pendiente pronunciada, por lo que se construyó una primera planta de garaje como base para levantar la casa sobre ella.

Dentro de las opciones de cubiertas y fachadas disponibles, eligieron una cubierta inclinada a dos aguas. El anteproyecto del cliente era muy similar a nuestro modelo Dublín, por lo que fusionamos ambas ideas para crear el diseño final.